13.7.10

Lugares Acojonantes: Bibliotecas Nocturnas

Hola queridos seguidores de Tu Madre Regurgitó a Mi Perro o fulano que pinchó el vínculo equivocado en Google. Hoy vengo a hablaros de un submundo acojonante y silencioso; no, no me refiero a Silent Hill, hablo de las:

Acojonantes


Todos sabemos que la típica frase "este año lo estudio todo desde el principio para que a final de curso no me pille el toro" no pasa de ser un propósito de Curso Nuevo que solemos soltar la última noche de juerga antes de empezar las clases, estando ya algo calzados. Para solucionar nuestra falta de coherencia con esta promesa, los mandamases de los campus decidieron crear un horario "especial" (con especial se refieren a por la noche) a fin de bajar los índices de fracaso escolar.

Se trata de las mismas bibliotecas que tenemos disponibles todo el año y que no pisamos hasta exámenes pero rodeadas de nocturnidad y alevosía. Suelen constar de:
1.- Libros: Aunque no conozcais vida más allá de vuestros apuntes, mucha gente también utiliza los libros de atrezo de las bibliotecas (al menos eso me han contado).
2.- Mesas y Sillas: en distintos formatos según la biblioteca (mesa y silla rasa en Biología - mesa y silla de última generación con enchufes, lamparitas y cojincito en Económicas).
3.- Señores trabajadores: en realidad en horario nocturno no trabajan mucho, hacen acto presencia y poco más, como el rey. En ocasiones se los ve fuera, echando el cigarrito con el segurata de turno (otro que tal baila) con cara de poco sueldo y demasiado trabajo; luego los ves en el ordenador y están jugando al solitario, pero el típico defecto de funcionario.
4.- Máquinas expendedoras: estas se reconocen fácilmente porque suelen viajar en manadas





Aquí me gustaría hacer un inciso, señores de la biblioteca, ahorremos energía y espacio, pongamos todo en una misma máquina y dejémonos de caralladas. Una especie de Quinto Elemento o máquina suprema, algo como esto:

Leeloo Minai Lekarariba-Laminai-Tchai Ekbat De Sebat


Una vez entramos en la biblioteca, los estudiantes sufren un cambio de personalidad y adoptan una de las personalidades biblio-nocturnas:

- EL SILENCIOSO: Hablan bajito para no molestar a los demás usuarios (estudiantes sería otorgarles un nombre que no merecen) mientras pelan la pava con la compañera de al lado; luego salen a tomar el cafecito de media noche sin cambiar el chip y siguen hablando bajito, si se queman con el café gritan en bajo o vocalizan sin sonido (si los ves desde lejos es como ver a los jugadores de fútbol en la tele, sabes lo que dicen pero no los escuchas), hablan por teléfono en bajo y mean en bajo también, a chorros intermitentes para no armar escándalo, tal es su repulsión a la contaminación acústica que algunos llegan a plantearse durante unos minutos el no tirar de la cadena (por favor, no caigamos en esto, no seamos marranos).

- HOOLIGANS ILUSTRADOS: suelen ser grupos de 4 a 6 tíos que ocupan toda una mesa y si no caben juntan dos. Los ves estudiando, te confías y te sientas cerca de ellos sin saber que su comportamiento sectario te hará cambiarte de sitio tras recibir un corte o un corte de mangas y varias miradas asqueadas o lascivas. Entre tema y tema salen a reventar, literalmente, las ya mentadas expendedoras; las inclinan hasta formar un ángulo de 30 grados con el suelo de modo que caen todos los paquetes de bollería, tentenpies y coca-colas para después devolverla, vacía, a su posición natural con menos delicadeza, pero en bajito, haciendo poco ruido, no por miedo a que los pillen (a esa hora el segurata pasa de todo y los estudiantes se callan por miedo a represalias en grupo) sino por la adecuación auditiva de la que ya hablamos antes.

- CONEJO EN CELO: se pasa la noche recorriendo mesas en busca de una mujer con apuntes de una asignatura que conozca, aplicando la conocida lógica de descarte de "de noche todos los gatos son pardos-en tiempo de guerra todo agujero es trinchera-ninguna mujer es fea por donde mea". Se pega como culo a calzoncillo, le pide explicaciones, el afilalápices, el lápiz de colores (a fin de poder usar el afilalápices ya que él se ha venido con un único bolígrafo), folios, comenta anécdotas del profesor de turno que ha leído en algún foro universitario... y entonces ocurre uno de los dos desenlaces posibles; la chica se siente vejada y se va haciendo una señal de socorro a alguien a fin de que el hombre-conejo no la siga, o se produce el flamante momento del sexo bibliotecario (contra los libros, eso si que es sexo inteligente) el sexo más público y deseado de cuantos estudiantes conozcáis.

- YONKI DE BIBLIOTECA: este último es la derivación más común cuando llevas mucho tiempo estudiando. El individuo ha llegado a las 7 de la tarde (cuando las bibliotecas sustituyen a los estudiantes normales por la fauna nocturna) hace ya 8 horas, la biblioteca es su medio natural, allí se lleva su cepillo de dientes, las zapatillas, una mantita si hace frío y celebra los cumpleaños de sus colegas. Llama a los empleados por su nombre y les pregunta por la familia. Se le distingue por ser el único capaz de hablar con su tono de voz habitual y a las 3 de la mañana se lo sigue viendo fresco como una lechuga. Esto se debe a que se ha tragado todo el termo de café que se trajo de casa y un par de ellos más de la máquina, como único alimento un tupper/bocadillo (el dinero se lo gasta en cafés). A eso de las 5 entra en un estado de aturdimiento tipo trance, deja de estudiar y pasa a distraerse con lo primero que aparece con el maullido de los gatos de la calle (a los cuales distingue perfectamente y da nombres), con la conversación de sus compañeros de al lado, escribe desde rimas asonantes en la mesa a un "cómeme la polla" como la copa de un pino (si está de buen ver en un momento de sus idas y venidas descubrirá que al lado de esa frase alguien ha escrito un "OK" en rojo y pasará a modo "conejo en celo"), dibuja a su ídolo de la infancia Krillin con todos sus detalles, hace la croqueta por los pasillos y pasa la mayor parte del tiempo de pie en el pasillo con un vaso de café en la mano y diciendo que en quince minutos vuelve a entrar.

En las grandes bibliotecas solemos encontrar 2 zonas bien diferenciadas: la del populacho y la de estantes petados de libros. Esta zona es en donde los habitantes de la biblioteca cortan el bacalao: el yonki duerme entre libros apilados en el suelo, los hooligans trafican con estupefaccientes, el silencioso pasea en silencio, el conejo en celo tiene sus momentos de amor tras el trabajo bien hecho y los cazafantasmas tienen su primer contacto con el más allá.

Hola, yo soy Peter, ¿de dónde eres?, ¿estudias o trabajas?

En fin, que a Félix Rodríguez de la Fuente se le olvidó pasarse por esta reserva natural de especies en peligro de extinción.

Yo, que soy una mujer de acción, me atrevo a integrarme en estos círculos de nuestra sociedad. Otros preferirán la seguridad y el confort que les brinda el estudio en casa.



Hasta otro post, sorprendido lector.